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La mezcla perfecta de libros y café

regalo original

Atraído por un escaparate lleno de libros, el paseante no logra echar un vistazo y queda convencido de la fragancia del café recién hecho. Es irremediable que se adentra en uno de esos rincones literarios que se agolpan por las callejuelas de barrios de Madrid o Barcelona, como Malasaña, Lavapies o el Raval.

Muchas palabras atrapadas esperan ser descubiertas. Un ambiente tranquilo, una música apacible y suave. Una copa de vino o tal vez un trozo de tarta. El personal nos guía entre las estanterías en busca de ese libro, de ese regalo original.

Así nos lo pide el momento, ese que nos despertará y del que quién sabe podremos disfrutar. La Marabunta, La Buena Vida, en la librería- café Italiana o el Cafè de les Delícies o en aquellos café librería escondidos por el centro de Madrid o Barcelona.

En estos locales se representa aquello que agrada a todo buen lector o amante de la literatura. Una puesta en escena, que se desarrollo cuando abrimos un libro, cuando acariciamos sus páginas y comenzamos a leer.

Es el momento de la imaginación, de los sentidos. Es un momento crucial. La rugosidad del papel juega un papel, el trazo de las ilustraciones, incluso el olor. ¿Serías capaz de distinguir, con los ojos cerrados, un libro de reciente impresión, de otro que ha pasado de mano en mano? ¿distinguirías ese olor característico que inspira una historia diferentes en cada uno de los lectores que lo han tenido entre sus manos?

Y si añadimos a este ceremonial el gusto, la suave música de fondo mezclada con la historia. Son lugares que ofrecen al lector un esondrijo, un rincón agradable y, sobretodo, un entorno propicio para el momento de compra de ese regalo original: el libro y su historia.

Esta última etapa de nuestro viaje conforma un entorno que invita a la reflexión. La mesa de un café es uno de esos lugares idóneos para intercambiar ideas e interpretaciones por medio del diálogo.

El concepto de café-librería encuentra su origen en los antiguos cafés literarios de las calles de Madrid de finales del siglo XIX. En el norte de Europa sentarse alrededor de una taza de café para hablar de política, literatura, música o asuntos de amor se convirtió en una costumbre.

Imagínate a diversos literatos, músicos o poetas conversando alrededor de Valle-Inclán en el Ateneo, o a Rubén Dario en una tertulia de café, en esos cafés bohemios como el de Gijón, que recuperó su protagonismo intelectual, acabada la guerra con Camilo José Cela o Enrique Jardiel Poncela.

Hoy, en día, aún podemos encontrar interesantes conversaciones sobre literatura, justicia, tauromaquia o poesía.

regalo original

Frente a un café o un aperitivo los emprendedores han dejado volar su imaginación para crear un lugar diferente. Existen tantas ideas de negocio como de negocios. Con el café como un valor añadido se han configurado diferentes locales en Madrid, en el barrio de Lavapies, por ejemplo, donde poder leer ensayos autocríticos y diferentes literaturas, en cómodos sofás, degustando un café, una pizza o un tentempié.

A nadie sorprende esta fusión de literatura y café. Y sin embargo resultan curiosos los diferentes enfoques que se pueden dar a una actividad tan íntima y personal como es la lectura.

Cuenta cuentos, cooperativa de consumo, intercambio de idiomas, clubs de lectura, cursos de narrativa o escritura son algunas de las actividades de este tipo de locales, donde un regalo original, en forma de lectura o café con una especialización singular, es posible encontrar en en centro de algunas de las grandes ciudades europeas.

Este tipo de locales, con cosas en común y a veces tan diferentes, podrán ser el futuro de las librerías clásicas ajenas a la grandes superficies.

Resulta llamativo cómo han triunfado y siguen triunfando este tipo de proyectos, basados en el contacto a través de las redes sociales, ideas que fomentan la cultura, que prefieren el olor de un buen café a la comida rápida y que ponen el foco en la calidad y no tanto en el precio.