Las normas está hechas para adaptarlas a las necesidades de cada persona. Tomar un buen desayuno significa aprovechar los alimentos a tu favor y hacerlo a primera hora de la mañana. Durante las horas de sueño, nuestro organismo utiliza sus reservas energéticas para mantener las funciones esenciales y llevar a cabo las “tareas de reparación”. Por tanto, la primera comida tiene su importancia, porque los nutrientes y la energía que aporta son básicos para nuestro cuerpo. Los básicos de cada mañana Un buen desayuno debe incluir al menos tres alimentos de estos grupos: Lácteos. Una buena cantidad de leche en tu taza especial de cada mañana, un yogur, requesón y queso fresco son adecuados por su contenido en agua y sumar pocas calorías. Puedes tomarlos tomarlos más tarde, si tomas jamón ibérico, huevo… es decir proteínas completas. Cereales: pan, cereales de desayuno, galletas, eso sí siempre integrales y sin azúcares añadidos. Frutas: una pieza en el desayuno ayuda a cumplir la recomendación diaria de tres raciones. Aporta vitaminas y agua. ¿Y qué pasa con los …