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El Rey de Patones

mamá se merece

Mamá se merece, en estos días y tiempos que vivimos, que le demos una alegría. Seguimos en verano y es un buen momento para agradecerle todo lo que ha hecho por nosotros en estas vacaciones estivales.

Hoy en Yoqueriba nos marchamos a Patones, un barrio olvidado de Uceda, una población cercana a Madrid.

Los vecinos de Patones debían trasladarse caminando hasta Uceda, por eso a principios del siglo XVII decidieron que les convenía tener una organización propia, eligiendo quien debía gobernarles.

De aquí surge el Rey de Patones, un vecino que impartía justicia entre ellos y a la vez les representaba.

El reino se mantuvo durante algunas centurias, destacando el permiso que obtuvo uno de los Reyes de Patones en una visita a Torrelaguna al Cardenal Moscoso para construir la iglesia de San José, ampliando así la ermita existente construida con los ahorros de todos los vecinos.

Por tanto los vecinos a partir de entonces no tuvieron que desplazarse hasta Uceda para escuchar la Misa.

Juan Prieto, el último rey de Patones, consiguió la independencia de Uceda tras enviar una carta en 1769 al Rey Carlos III en la que “Del Rey de los Patones al Rey de las Españas…”, en la que solicitaba el título de lugar por considerar abusivos los impuestos a los que Uceda les obligaba.

El rey Borbón, sin salir de su asombro, envió un mensajero para dar de fe de tal reinado. Al llegar encontró que allí no había tal Rey sino que los vecinos de Patones habían elegido a uno de los suyos para gobernarles.

Carlos III reconoció su autogobierno y les concedió la independencia de Uceda que solicitaban. A partir de aquel momento desapareció la figura del Rey de Patones, pues ya se podía nombrar alcalde y juez.

Cuando visites Patones de Arriba encontrarás diferentes alusiones al Rey de Patones.

Cómo decíamos al principio, mamá se merece además de un buen paseo por esta villa de la sierra madrileña, una buena comida y una buena sobremesa. Hay variedad de lugares para ello.

Te recomendamos, siguiendo la leyenda que acudas al Rey de Patones, un restaurante que abrieron sus dueños en 1970, dando lugar a un restaurante único y peculiar de cocina sencilla, rica y llena de connotaciones, recuperando platos típicos de la zona, como el cabrito lechal, las migas y las fabes.

Trata a mamá como se merece y que disfrute de una agradable comida con un paisaje inmejorable, contemplando la arquitectura típica de este curioso pueblo.