Después de una suculenta cena llega la hora de dormirse y normalmente nuestros hijos no están de acuerdo: o bien no quiere dormir sólo o quiere continuar viendo la tele o salta la frase típica, “no tengo sueño. Lo más importante es que no cunda el pánico, hay algunos trucos y rutinas para que la marcha a la cama no se una carrera llena de obstáculos. Para un niño el descanso es esencial, por su bienestar personal y por el bienestar de su familia. Dependiendo de la hora, los peques necesitan un número de horas para llegar al cien por cien al día siguiente. Lo normal es que hasta los dos meses duerman entre 10 y 17 horas; de uno a tres años, en torno a 12 horas al día; de tres a cinco años entre 11 y 13 horas, y de aquí en adelante 8-9 horas diarias. Para tener un buen sueño lo ideal es tener buenos hábitos, a nivel de alimentación y de actividades y buenas rutinas. Es fundamental que los niños se …