Cae la noche, niños y bebés, mayores y pequeños, nos vamos a dormir pronto. Al día siguiente tenemos un gran plan con nuestros amigos.
Al despertar te notas cansado, estornudas con cierta frecuencia y tienes un poco de congestión nasal.
Te pone el termómetro y marca 38.6ºC. ¿Cómo puede ser que estemos resfriados? Si estamos en pleno mes de agosto!!!
Pues si, los resfriados también nos atacan durante el verano, en los meses más cálidos del año, y da igual si eres niño y bebé, adolescente o adulto.
El 20% de estos resfriados se presentan durante el verano.
¿Por qué nos resfriamos en verano?
Un resfriado es un cuadro infeccioso que afecta a las vías respiratorias altas (nariz y/o garganta) y aparecen normalmente en las épocas frías del año.
Si bien esto no es así, porque el rinovirus es más frecuente en verano, mientras que el enterovirus es más propio del verano.
En ambos casos los contraemos de dos formas:
Cuando una persona enferma habla, tose o estornuda y respira las gotas microscópicas que libera el aire.
Cuando una persona tiene contacto con su propia nariz o boca después de haber tocado objetos, como teclados, toallas, etc) contaminadas por una personas que tiene un resfriado.
¿Qué debemos tener en cuenta durante el verano?
Son pocos los que piensan que durante el verano se van a resfriar, pero ante nosotros pueden presentarse situaciones que pueden provocar disminución de defensas en nuestro cuerpo.
Estas situaciones pueden prevenirse:
1. Aire acondicionado. El 20% de aquellos que se ven expuestos a los aires acondicionados han sufrido problemas respiratorios, y da igual que sean niños y bebes o adultos y adolescentes, que pueden manifestarse en forma de resfriados, afonías o faringitis.
Estos sistemas extraen humedad del aire y pueden resecar el ambiente por debajo del 30%.
Si esta situación se produce de forma continua, las mucosas de la nariz y las vías aéreas se resecarán, haciéndolas más vulnerable a una posible infección.
2. Cambios bruscos de temperatura. Aquí otra vez tenemos al aire acondicionado.Pasar de una diferencia de 10º o más entre al temperatura exterior y la interior, pasando de calor a frío, provoca una reducción de las defensas pulmonares, volviéndonos más propensos a las infecciones.
3. Estrés. Llegan las vacaciones, el fin de curso, los cierres, los viajes, la actual pandemia, pueden provocar situaciones de estrés que provocan una caída de nuestra defensas.
4. Vuelos y viajes en automóvil. Viajar en un espacio cerrado durante horas puede convertirse en una trampa para nuestra salud, al convertirse en una acumulación de microorganismos en un espacio muy reducido.
Un resfriado suele ser inofensivo y lleva entre una semana y diez días superarlo.
En estos tiempo que corren sin embargo debemos tener cuidado al menor síntoma.
¿Qué puedo hacer si estoy resfriado?
Estos resfriados suelen tener origen viral y lo recomendable es esperar a que cumpla su ciclo y todo vuelva a la normalidad, unos diez días aproximadamente.
Es aconsejable descansar, alimentarnos de manera saludable e hidratarnos.
Antitérmicos, analgésicos y antigripales nos ayudarán a combatir la fiebre, la congestión y el malestar general.
¿Cómo podemos prevenir un resfriado?
No hay fórmulas mágicas, sin embargo si hay algunas medidas muy sencillas que podemos poner en práctica para reducir el contagio:
1. Lávate las manos de forma regular.
2. Evita el contacto con personas resfriadas.
3. Evita los cambios bruscos de temperatura.
4. Utiliza de forma responsable en aire acondicionado.
5. Mantén una alimentación saludable e hidrátate con frecuencia.
6. Descansa bien.
7. Desinfecta las superficies de tu casa, como baño, comedor y cocina.
8. Utiliza pañuelos de un único uso.
9. No compartas utensilios de uso cotidiano.
10. Finalmente evita lugares poco ventilados o factores irritantes químicos. Y claro, no fumes.