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¿qué alimentos comprar en cuarentena?

productos naturales

Ante situaciones de emergencia muchas personas acuden a centros comerciales para comprar productos y alimentos sin ningún tipo de control y sin pensar de forma realista en lo que necesitarán ni en sus características nutricionales ni en sin son productos elaborados o naturales.

Hoy te vamos a dar algunos consejos a la hora de hacer una lista coherente ante situaciones como la actual.

A la hora de hacer una planificación de la compra a largo plazo, es importante considerar sobre todo los alimentos que tengan vida útil amplia y que sean perecederos.

Primer consejo: mantén la calma y haz una lista de la compra por grupos, en función del número de personas y tipología, no es lo mismo comprar para niños o para mayores.

Un error en estos caso es comprar la casi totalidad de los alimentos congelados y ultraprocesados, asociados a fechas amplias de caducidad. Repetimos, es un error. 

No olvides que muchos de estos productos utilizan como conservadores, alta cantidad de sal, azúcar añadido o grasas saturadas, que son muy perjudiciales para la salud.

Es habitual, en situaciones de emergencia, encontrarte con personas que comparan sin ton ni son, ni se fijan en las cantidades, ni en las fechas de caducidad, sin son productos naturales, perecederos o en conservas.

Los grupos indispensables de alimentos en una lista de la compra con vistas al largo plazo deberían incluir:

  • Cereales: harina, arroz, pasta, pan precocinado congelado o elaborado casero, cereales de desayuno que contengan hierro y copos de avena.Y siempre sin azúcares añadidos.
  • Legumbre: garbanzos, lentejas, judías verdes, pintas y blancas, frescos o en conserva, guisantes congelados o en conserva, quinoa fresca, edamames congelados.
  • Verduras y hortalizas: en conservas o congelados como, por ejemplo, espinacas, acelgas, judías verdes, zanahorias, cardo, calabaza, menestra de verduras, patatas y tomate entero o triturado al natural; cebolla y cabezas de ajo crudos; purés de verduras envasados bajos en sal.
  • Frutas y frutos secos: conservas al natural de piña y melocotón, fruta deshidratada o confitada, mermeladas, papillas de fruta y zumos sin azúcar añadido esterilizados; frutos secos naturales o ligeramente tostados, como nueces, almendras, avellanas o pistachos.
  • Carnes y productos curados o en salazón: pata de jamón serrano o loncheado, cecina y lomo embuchado; ternera, pollo y cerdo para congelar en casa fileteados o troceados.
  • Pescados y mariscos: salazones de bacalao y atún, conservas de pescado al natural o en aceite de oliva (sardinas, atún o ventresca), conservas de marisco al natural (almejas, mejillones o berberechos); alimentos perecederos como merluza, dorada o salmón para congelar en casa y aumentar su vida útil.
  • Lácteos: leche en polvo, leche UHT, yogures esterilizados y quesos curados.
  • Grasas, aceites y vinagres: aceite de oliva virgen extra, vinagres.
  • Cafés, tés y especias: café, tés, infusiones, sal, azúcar moreno, especias, hierbas, condimentos, levadura.
  • Dulces: chocolate negro, cacao puro sin azúcar añadido en polvo.

A pesar de que es conveniente comprar productos frescos lo menos posible, sí se podrían comprar determinados tipos de hortalizas que aguantan mucho y muy bien el paso del tiempo, como es el caso de la col, la coliflor, la col lombarda, las zanahorias o las cebollas. 

En cuanto a las frutas, distinguiremos entre las climatéricas y las no climatéricas. Las primeras son aquellas cuyo proceso de maduración no termina en la recolección y, por tanto, duran menos tiempo en las cocinas. Aquí se incluirían el plátano, la manzana y la pera, por ejemplo.

En el otro lado estarían las frutas no climatéricas que son las que se aconseja comprar en caso de situaciones de emergencia porque duran más tiempo.

En este grupo entrarían las naranjas o las mandarinas, que no se ponen malas por maduración sino por otro tipo de agentes externos, como hongos. 

Otro tipo de productos totalmente prescindibles serían la bollería industrial (por su alto aporte en grasa saturada, trans, azúcares y sal).

¿Cuánto duran estos productos?

Para hacer una buena compra para situaciones de emergencia, es importante tener en cuenta la fecha de caducidad de los productos que se van a adquirir. 

Las leches infantiles o leches de fórmula, para los niños pequeños, “tienen una fecha de consumo preferente de 6 meses (sin abrir) y conservados en lugar seco y sin luz.

En el caso de las legumbres secas, éstas “tienen una fecha de consumo preferente que puede ir de meses a años” y las leches y zumos UHT pueden conservarse hasta aproximadamente 3 meses (sin abrir). En caso de que se abran se deberán conservar en la nevera de 3 a 4 días.

En el caso de productos frescos, como carnes y pescados, es importante saber que “son productos muy perecederos por lo que se recomienda su consumo en menos de 2 o 3 días”. 

¿Qué ocurre con los huevos? ¿cuánta caducidad tienen? Y el aceite de oliva y el vinagre o el café? 

Los huevos son considerados alimentos perecederos, pero bien refrigerados en la nevera tienen una fecha de consumo de aproximadamente 3 semanas. Es importante tener esto en cuenta ya que esta fecha no se debe superar en este tipo de alimentos ya que podrían provocar intoxicaciones alimentarias.

El aceite de oliva “no tiene fecha de caducidad, pero se comercializa con fecha de consumo preferente (de 1 año aproximadamente), a partir de la cual puede ir perdiendo propiedades nutricionales y organolépticas, algo que no supone ningún riesgo para la salud”.

En el caso del café, “este se considera alimento no perecedero y su fecha de consumo preferente en lugar seco y sin luz es superior a 6 meses”.

El vinagre es un alimento que se conserva por sí mismo debido a su gran acidez, de hecho durante años se ha utilizado como un conservante de alimentos

En cuanto al chocolate, uno de los productos estrella en los carros de la compra, tiene una fecha de consumo preferente de más de 6 meses y el consejo es guardarlo en lugar fresco y seco.

Por tanto nuestro consejo es optar siempre por productos naturales y ecológicos ante una situación como ésta.