En los tiempos que corren cada vez damos mayor importancia a la personalización de todo aquellos que utilizamos. Móvil personalizado, ropa personalizada, regalos personalizados, incluso la personalización ha llegado, últimamente, al mundo del automóvil.

No se trata de una moda pasajera. La transformación cultural que vivimos nos conduce a una personalización cada vez mayor de todo aquello que somos y todo aquello que tenemos.

Hasta hace bien poco sólo nos preocupábamos de nuestra imagen exterior, de ir bien vestidos, peinados, perfumados y dando cada uno la imagen que quisiese transmitir a los demás.

Con la llegada de internet y las nuevas tecnologías esto ha cambiado radicalmente. Ahora no sólo nos preocupamos de nuestra imagen de “carne y hueso” que verán nuestros amigos al pasear, al salir al cine o al ir a la playa, sino que esa imagen llegue a miles y miles de personas a través de las redes, emails, etc.

En definitiva, tratamos de cuidar nuestra imagen en su totalidad, nuestra identidad digital es también importante y publicar nuestras fotos personales en las redes lleva aparejado un cierto ejercicio de responsabilidad.

Por esta razón la personalización ha llegado a nuestras vidas. Y no vayas a pensar que es algo negativo. Todo lo contrario. Internet ha facilitado mucho la comunicación y estar en contacto con los demás a golpe de click es importante para muchísimas personas.

Muchos piensan que se trata de un tema de egocentrismo o narcisismo. Pensamos que no, por una razón, cuidar nuestra imagen siempre ha sido algo importante para todos o debería serlo.

La cuestión es que ahora tenemos acceso a mayor cantidad de herramientas para personalizar nuestra imagen y que los demás vean o conozcan lo que queremos que conozcan.

Tener un móvil personalizado, un smartphone con tal o cuál carcasa, una taza personalizada para desayunar o un cojín con nuestro nombre o con una frase que nos recuerda algún aspecto importante significa que nos preocupa nuestra imagen.

En 2007 los smartphones eran algo utópico. Hasta que llego el señor Steve Jobs con el primer iPhone. Por entonces lo más parecido a un iphone era una blackberry. La marca canadiense cerrará a finales de este año su sistema operativo, mientras que Android e IOS siguen copando el mercado de sistemas operativos de de cualquier móvil personalizado.

Hoy la personalización llega a todos los ámbitos de nuestra vida y es una seña más de nuestra diferenciación como seres humanos. Es algo natural al hombre y no por ello debemos sentirnos unos bichos raros.